jueves, 4 de febrero de 2021

Conmemorando la cultura popular.

 


Con motivo de los 50 años del grupo Aires Sollerics, su director Guillem Bernat quería hacer un regalo a sus componentes y se puso en contacto con el Taller Llunàtic Creusa. ¿Sería posible hacer un grabado en homenaje a este aniversario, y en caso de seguir adelante, realizar la edición?


Se puede intentar.
Comencé por hacer algunos apuntes. Bailarines, montañas, músicos... Después de unos días le mostré las pruebas a Guillem. 



Sobre la que más le agradó, trabajamos tamaños, técnica, colores, tiradas, papel... hasta que finalmente quedó finalizadlo el encargo. 

Gracias y muchos años más a la cultura popular de Aires Sollerics.


martes, 4 de agosto de 2020

La montaña.

 Si en esta temporada la montaña -de gente- no va al taller -de grabados-, el taller irá a la montaña -bueno, sólo algunos de sus grabados-.

               Esta selección vuela a las montañas de Asturias para Ther.

Y estos otros se van al centro de Francia elegidos por Mitey.


Abrazos y gracias a las dos desde el taller Llunàtic Creusa.

lunes, 13 de julio de 2020

La vuelta.

Tras estos meses de cierre obligatorio se vuelven a encender las luces del taller Llunatic Creusa.
Ahí nos vemos, saludos.

miércoles, 27 de mayo de 2020

Del confinamiento. (Romance del prisionero)*

Confinado. Acrílico. 50 x 50. Mayo 2020.


- ¡Venga!, deja un rato de mirar pajaritos y ponte a contestar a Z.
- ¡Qué pereza! Además, es que estoy hasta el gorro de este tema.
- Ya, pero si participas en una conversación pues, se responde si te preguntan. Y ella lo ha hecho directamente contigo, vamos con nosotros. Si se hubiera dirigido al grupo... aún podías escaquearte. Pero...
-Bueno, también el silencio es una respuesta ¿no?
- El silencio en una conversación en carne y hueso sí, dice muchas cosas, están los gestos, las miradas, las sonrisas... Pero aquí, en las ondas, todo es distinto y para peor.
- Sí, es verdad, pero es que anda con un enfado de la leche. Y tan serios casi todos en sus intervenciones.
- Ya, ya, pero es que dices algunas cosas tú también, que… ¡Venga anda! Además, que ya no..., o no tanto, que ha contestado al amigo X de muy buen tono, nada que ver con antes. Bueno, lo que he leído, porque no he leído todo. Son tan extensos y pesados en sus chats...
- Ya te digo, aburren a un muerto, pero como tienen tanto tiempo con esto del encierro pues...
- Y encima eso, que también le cae a X lo tuyo, y con lo que ya le cae al hombre, sólo le faltaba esto.
- Bueno, vale. ¿Y qué era lo que me preguntaba? ¿Qué tengo que responder? Se me ha olvidado.
- Pues mira lo primero que tienes que hacer es pedirla perdón.
- Ya, ¿y por qué?
-Pues porque estabas diciendo que ella no disfrutaba en el estado éste de confinamiento y no es así.
-Ah, ya. Como le había leído eso de “los pajaritos” y lo de “chocarse por las paredes” pues me había parecido que…
- Pues no, bien claro te lo ha dicho, que claro que disfruta también, no con pajaritos, pero hay más cosas.
-Claro, claro, hay más cosas.
- Además, que no es tan importante esto de disfrutar, o no, en esto del confinamiento. Y eso, que el que no se mencione algo no significa que no lo haya.
- Las lentejas que decía, ¿no?
- Sí, las lentejas.
- Pues eso mismo nos pasa a los otros, que no porque no mencionemos algo significa que no lo haya o que estemos de acuerdo, por ejemplo con el estado policial y esas cosas, que no las hemos mencionado pero bien que las sufrimos.
- ¡Que si las sufrimos!, ya te digo.
- Tampoco se puede decir todo, es que nos va a faltar tiempo en este confinamiento, o no nos va a dar para nada más, y ya sabes, yo con mirar y oír desde los ventanales a los pajari...
- ¡Y dale! ¡Qué pesado!
- Bueno, ¿y qué más había que responder?
-Pues…
- Ah, sí, lo del bando, los bandos.
-Eso, a ver, ¿por qué estamos en el bando que apoya el encierro? A ver, explícaselo a ella ya que a mí todavía no me lo has aclarado. Y mira que te lo he preguntado veces, eh.
- Pero es que es la primera noticia que tengo de que estamos o estoy, en ese bando. Juraría que… que no, pero sí entendía ciertas razones en su favor que exponía X y quizás fuera por esto..., aunque también entendía algunas en contra de Z y otros… De hecho, recuerda que en esa otra conversación, justo nos ponían en el bando contrario, en el de en contra del encierro.
- Sí, es verdad, prácticamente te echaron del grupo.
- Yo en la anterior entrada precisamente intentaba exponer lo dividido que ando, o andamos, que entendíamos unas y otras razones, y otras que no, y que no sabemos por qué hay que estar en uno u otro bando.
- Ya, pues se ve que no. Que no valen divisiones ni dudas, o con unos o con otros. Ya está. Y mira que tú y yo, mismamente, estamos divididos a cada paso siendo solamente uno.
- ¿Y quién ordena esto? ¿Por qué hay que definirse? ¿No puede ser un más o menos, un según, un…? Es que a veces Z y algún otro, me parecen un cirujano con un bisturí que sabe perfectamente delimitar el tumor de lo que es verdad de lo que es falso, tanto en el sistema como en cada uno, que quítame ahí esas penas. ¡Qué precisión! Me da un poco de miedo. Así, sin compasión te lanza una frase para que te retractes, como dogma de fe, del estilo: “La realidad no es todo lo que hay”, ¡hala!, si te da en la cabeza te descalabra. Y otros por aquí que ni leo ya, ni te quiero contar.
- Pues, no sé. Es verdad lo que dice: Hay más que la realidad; o vamos, que la realidad en su pretensión de ser o abarcar todo pues es mentira. De hecho, lo que da razón de ella no puede ser ella misma sino algo de fuera de ella, pero al decirlo así, como disparando a todo pajarito que se mueva... No sé. ¡Bah!, pero no será para tanto. Venga, sigue con las otras preguntas que te hacía, que ya veo que te quieres ir a la ventana a ver si aparece el buitre ese que ayer se paseaba por encima del pueblo tan tranquilo, cosa que no se había visto aquí nunca; bueno, quizás los muy viejos del lugar saben, pero como no se puede apenas ni hablar con ellos.
- Sí, ¿y qué más era?
- Lo del capital.
- ¡Jo! Ahí, sí que se enfadó. 
- A ver, ¿qué tiene que ver lo que ella decía, y algún otro, con lo que dice el Capital? O lo que dice el Capital con lo que dice ella. Es que se pasa toda una vida despotricando contra él la amiga Z, para que vayas tú y así a la buena de Dios le sueltes eso. Cómo eres, no respetas nada. Normal que se mosquee.
- Pues ya no me acuerdo de por qué lo decía, vaya…
- Joder, no me digas. Te va a excomulgar.
- Creo que ya lo ha hecho.
- Pues otra vez, o todavía más.
- Pero es que me da mucha pereza volver a leer sus largas entradas.
- Sí, pues te pedía que lo demostrases con citas y todo, del Capital mismo o de al menos algunos de los prebostes capitalistas.
- Ah, eso sí que no. Por ahí no paso. Buscar citas, ¡que va!, sé aburrirme sin más. Eso, que lo hagan los que disfruten con ello. Pero, mira sí, en esa última respuesta de ella, me he acordado de que escribe largamente sobre las comparaciones entre número de contagiados, número de muertes, causas de esa muertes, muertos de esos cuerpos, almas de esas muertes y no sé qué más. Que el caso es que no son tantas muertes para el conjunto de millones de almas de españoles o del mundo, y que por tanto las medidas a adoptar no son las necesarias y que deberían de haberse probado otras…,…, y así… y más.
- Ya, sí. Tiene razón, son pocas muertes para tanta medida de confinamiento. ¿Y qué tiene que ver eso con lo que dice el Capital?
- Pues eso, que es lo que dice a través de sus prebostes que no hay que detener nada, que son sólo unos miles de muertos entre millones. ¡Que no se pare la fiesta! Venga, a seguir produciendo más coches y coches, ¡vamos! – esto de los coches no lo dice Z, claro-. Que ya se irá pasando el virus o lo que sea. Lo malo es que mientras, en algunas urgencias, los médicos tenían que elegir a quién entubaban y a quién enviaban al otro barrio. Daños colaterales los llaman. Total, de algo hay que morir.
- Pues ahora que dices lo de los coches, me viene a la cabeza que ese mismo argumento lo utiliza el Capital y los susodichos prebostes -y el Estado claro-, con lo de los malditos coches: que dados los millones de aparatos y de movimientos circulando por todas partes, pues que unos cuantos miles de muertos y escacharraos no son motivo para dejar de producirlos, de promoverlos, de imponerlos…
- Daños colaterales. Sí, estos días creo que lo decía “a cara de perro” la presidenta de una comunidad autónoma, ¡qué desgracia! Con lo bien que se está sin coches y sin sus ruidos en estos días, ¡qué placer!
- Pero bueno, lo mismo cogiéndoles la norma para una cosa se la podíamos recordar para otra:
“ Declaración de estado de alarma para los coches”, ¡Confinamiento Vehicular! No se pueden soportar tantas muertes. ¡Todos los automóviles al desguace!
- Venga, no delires.
- Vale, vale, pero creo que eran estas las preguntas directas, ¿no? ¿Me puedo ir ya a lo mío?
- Creo que sí, hay más cosas pero ya no son directas para nosotros, o para ti, que la verdad yo ya no sé por donde me ando.
- ¡Ah! Pues ésas se las dejo a otros, a X que suele tener buen tino hasta cuando se equivoca.
- ¿Y no quieres decirle nada a Z sobre eso que te hizo mirar al cielo, pero no para ver los pajaritos, sino por encontrarlo desolador más bien?
- ¿Qué era?
- ¡Lo de los nazis!
- ¡Hostias! No, los nazis, no. Lo había olvidado. Esto te lo dejo a ti, por los nazis y Hitler no paso, bastante tengo ya que aguantar estos días con las banderitas nacionales. ¡Aghhh!
- Jajaja, no me extraña. Bueno, recuerdo aquello que leímos de un tipo que se sacó la teoría de que si en una conversación se llega al punto de que uno de los contertulios saca el tema de Hitler, los nazis, o la buena de Z, Auschwitz, pues que era el final, como apaga y vámonos.
- Pues eso, apago y me voy. ¡Mira, mira!, a esta hora no sé por qué se inunda el valle de golondrinas. “Que por mayo, era por mayo…” *
- Vale, vale, vamos a mirar al cielo un rato. No le dices nada más a Z, entonces. No sé, para qué se le quite un poco el enfado ese que llevaba, aunque ya no lo lleve.
- Pues claro que le diría algo- Y más que decirle…, si se pudiera… Z, la amiga Z, ¡ay! Así, mirando al cielo y recordándola… Sí, claro que algo… aún la veo en plena puerta del Sol abarrotada, saliendo a desmontar la declaración a favor de la educación y de la escuela pública que querían votar los confundidos indignados! ¡Qué poca imaginación, no pensar y desear que se pueda vivir sin ellas!
- Bueno, bueno…
- Pues eso, que otro gallo cantaría si nos hubiera pillado juntitos aquí, encerrados en este maldito confinamiento, escuchando los pajaritos y sintiendo cómo acaricia su piel este airecito de verano, que le dan ganas a uno de…
- ¡Para, para!, que la vas a armar y se va a enfadar más aún. ¡A dónde vas!
- ... tan fina e inteligente ella. Y con esos ojos que parecen preguntar al cielo y a las nubes por… Vamos, que bien que… seguro que miraba menos yo los pajaritos y más a sus...
- No te pases, que siempre estás con lo mismo. En cuanto te sueltas…
- ... y que nada de guantes, ni mascarillas, ni... ¡a pelo!... Ella, yo, tú,… ¡la sangre por nuestras venas!… y...
- ¡Basta ya! ¡Se acabó! Vete de una vez a tus pajaritos y deja en paz a Z. ¡Y a mi! Que después, en cuanto puedes, bien que no haces más que despotricar contra el Estado, el Capital, el encierro y hasta contra “la represión del principio de placer por este principio de realidad que nos aplasta”**, que tan claramente descubrió el tío Freud y el personal como si nada. Así nos va.
-Vale, vale. Adiós Z y perdona. Y besos, y salud, y perdón a los ofendidos y no ofendidos.



(Ultima intervención que hice sobre el tema del confinamiento a modo de dialogo en un grupo de tertulias de internet de gente descreída, libertaria o menos formada, al que estaba inscrito y que dejé de estarlo).

Canción: Romance del prisionero. Versiones de Joaquín Díaz, Amancio Prada y Paco Ibáñez.

**Eros y civilización. Herbert Marcuse.

lunes, 30 de marzo de 2020

Cerrando también el taller.

  El taller Llunàtic Creusa también cierra sus puertas, esperando que sólo sea temporalmente.
Aquí os dejo con esta pintura “al móvil” que me envía mi amiga Esther de Asturias, como recuerdo de su paso por él.

lunes, 26 de agosto de 2019

Viaje a Deià.


 Mi amiga Masha, pintora que reside en el vecino pueblo de Deià, me ha invitado a compartir el espacio de Sa Tanca para mostrar juntos nuestras pinturas y grabados. 
Muy agradecido, el Taller Llunàtic Creusa ya esta preparándose para pasar unas semanas fuera del valle. Por allí nos vemos.




lunes, 12 de agosto de 2019

Correr.

   En el taller Llunàtic Creusa al escuchar palabras como: 
  Realidad, progreso, sostenible o futuro echamos a correr sin mirar atrás.



¡Corred, corred!
Aguatinta. Agosto 2019

jueves, 4 de julio de 2019

Tira y afloja.




   No sólo en la vida y en las relaciones, hay días que también en el taller parece que la cuestión fuera de más o menos, de suficiente o demasiado, de mucho o poco, de más claridad o más penumbra ... No sé, digamos de un tira y afloja.


                             Y así es como andan estos por el taller, entre tiras y aflojas.


Monotipo: Vida en pareja. 2019.



domingo, 2 de junio de 2019

Navegando



Desde las paredes del taller salimos a navegar con estos nuevos grabados.









Sin rumbo fijo.





domingo, 13 de enero de 2019

Luces de invierno.

                   Con la llegada del invierno se apagan las luces del taller.
                   

                   Se encienden otras.

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Noviembre en el taller

                        Desde dentro hacia fuera, algunos de los últimos monotipos.

martes, 31 de julio de 2018

Viajeros y turistas.

En este verano de viajeros y turistas algunos grabados del Taller Llunàtic Creusa también están de viaje en el Bar Turismo de Sóller unas semanas.

lunes, 14 de mayo de 2018

La vanagloria de los humanos


Parece mentira, sí, parece mentira. “¡Imposible!”, casi que diría alguno. Que no puede ser, vaya, y sin embargo...

Sin embargo es que a pesar de todo este embrollo de mundo en el que andamos metidos los humanos con más o menos fe y ganas -o desganas-, en medio de las ocupaciones -cada vez más y mayores- ya no sólo las del trabajo, las de ganarse el pan con el sudor de la frente, si no también las ocupaciones, igual de costosas y laboriosas, del tiempo libre, pues a su pesar, como que algo pasa. Fíjate que en medio de las interminables seguridades y saberes, de sus constantes previsiones y miedos, a pesar de toda esa ralea de informaciones continuas e innecesarias in situ u on line, entre medias de tantas filosofìas y gastronomías, de artes y economías, de poderes y luchas, de futuros, de planes y salvaciones, de religiones verdaderas -todas- y falsas - las otras-, pues hasta entre todas ellas, algo se remueve aún, algo. Sí, entre este tedio de muerte del primer mundo y la venida a él de los que escapan de los terceros mundos huyendo a su vez de otras muertes; y entre el dios del dinero y el dios del tiempo, y a pesar de educaciones y adoctrinamientos, de compras y ventas, de producciones y derroches, de ruidos y humos, de construcciones e inutilidades imprescindibles ya antes de inventarlas, de viajes y turismos a lo más y más lejos todavía, pero para lo mismo siempre... Pues date cuenta que cuando ya parece imposible que algo pueda salirse de ese guión, que pueda suceder algo distinto, que haya lugar para otra cosa...Sin embargo, como si nada pudieran en verdad todas ellas, con una fuerza apabullante y sin esfuerzo, aparece sin más, todo un frenesí visitando y ganando montes, ríos, fuentes, caminos, flores, laderas, nubes, árboles, lluvias, vientos, días y noches, colores, fragancias, rumores, cielos, aires, aves, animales, humores...Así, sin más; a pesar de todo ese mundo tan importante de los humanos, como si nada, sin la más mínima resistencia posible, llega la primavera.
¡Parece mentira! Aunque en verdad, la mentira, lo imposible, sea más bien toda esa locura del mundo de los hombres.

Bienvenida primavera y ojalá que te llevaras a todo ese mundo de paso. ¡Ojalá!.





viernes, 24 de noviembre de 2017

La colada del taller.


   Con la llegada de noviembre, algo cambia en la isla, en el valle y en las calles de Sóller.
Pareciera que el pueblo se transformara de nuevo en...en eso, en un pueblo. 
Así los turistas dejan paso a unos habitantes más antiguos, anteriores:
 A los silencios y a las soledades. A los olores de otoño, de chimeneas, de humedades. Al dorado en las hojas de los árboles de la plaza que comienzan a caer, y también de algunos granados que amarillos se descubren en los medio escondidos jardines. Sí, se deja paso al rumor de las aguas en los torrentes, que ya vuelven a correr entre las calles y caminos. A ese temprano encendido de las nuevas farolas, en las cada vez más alargadas tardes y noches. Al rebuzno y el balido entre los olivares y encinares de burros y ovejas, junto al canto de algunos pájaros -¡vuelven los tordos!-. Y arriba, en el cielo, aparecen los rojos y naranjas confundiéndose en los atardeceres sobre el mar...
 Sí, pareciera que con estos ocupantes todo en el valle descansa, se calma, se vacía  y se vuelve sobre si mismo...-olvidemos, esto sí, por un momento, el ruido de motos, motosierras, coches y obras, del deslumbrar de las nuevas luces led, de la contaminación de las quemas continuas de podas, de las pocas lluvias..., olvidémonos de ellas, sí-.

  De la misma manera, en el taller también se ralentizan -¡aún más!- las tareas, los horarios, las visitas, y alguien diría, que hasta las sensaciones. 
 Cuelgan los grabados en sus cristaleras, tendidos en estos días, ellos también, a la soledad y al silencio, ¿tendidos -también ellos- sobre si mismos?.


                                                         &&&&&



The laundry of the workshop.

With the arrival of November, something changes on the island, in the valley and in the streets of Sóller.
It seems that the town was transformed again into ... that, into a town.
Thus tourists give way to the older, earlier inhabitants: Silences and solitudes; to the smells of autumn, of chimneys, of humidity; to the golden in the leaves of the trees of the square, which begin to fall, and also of some pomegranates that in yellows are discovered in the half-hidden gardens. Yes, it is given way to the murmur of the waters in the torrents, which already run again through the streets and roads; to that early lighting of the new lamps, in the increasingly longer afternoons and nights; to the braying and the bleating of donkeys and sheep among olive groves and oak forests, and the singing of some birds - the thrushes return!-. And up in the sky, reds and oranges appear blending in the sunsets over the sea...
Yes, it seems that with these occupants everything in the valley rests, calms down, empties and turns on itself... - let's forget, of course, for a moment, the noise of motorcycles, chainsaws, cars and works, the dazzle of the new led lights, the pollution of the continuous burning of pruning, the scarce rains ..., let's forget about them, yes-.
In the same way, in the workshop also – and even more! - tasks, schedules, visits, and someone would say, that even sensations, slow down.
The engravings  hang in their windows, exhibited in these days, they too, to the solitude and silence, hanging –also them- about themselves?

                 

domingo, 23 de julio de 2017

La vida en...libros.





 Esa mañana, de verano ya, andaba por el taller entre algunos apuntes, algunos dibujos y hasta una reciente pintura de..., de libros, cuando había encontrado esa nota, de hacía tantos años, entre algunos de mis escritos:

"Si no es posible vivir, pues habrá que leer! -o escribir-". 
"Leer, escribir, vivir..."

  Pensé allí mismo, que quizás ahora no distinguía tan nítidamente entre ellos. Como si se me confundiesen las lineas divisorias de vivencias, lecturas, escrituras...:

                                                         &&&

  "Libros como recuerdos de otras vidas, de otros mundos, míos... ¿Míos o de otros?, ¿míos o de Pessoa o de Hölderling? ¿Recuerdos y memorias de mi mismo, en esa estancia de unos años en las montañas del norte, o eran sólamanente capítulos del Hiperión o de aquella novela de Atxaga? ¿Cosas y sucesos de mi vida en la metrópoli, o eran de las lecturas de Bernhard, de Castaneda, de Dostoyevski...? ¿Cantaba en los viajes por los Pirineos o era la música de Cohen o Young lo que sonaba?¿Acudía a las clases de yoga de Pablo Vicente Clavel después del instituto, o tan solo eran lecturas de Krishnamurti, o de zen y de haikus, en las siestas de los veranos? Y años más tarde, ¿no me acercaba las tardes de los miércoles a las tertulias políticas del ateneo de Madrid, o eran las preclaras palabras de Agustín García Calvo lo que escuchaba entre sus libros o por las ondas de la radio? ¿Recitaba los poemas de Machado o de Juan de la Cruz, o acaso sólo eran mis paseos solitarios por las tierras y sierras segovianas, o en aquel camino de Santiago? ¿Habían sucedido mis lejanas estancias en monasterios perdidos, o también eran lecturas del maestro Eckhart o de Miguel de Molinos lo que recordaba?¿ Eran tardes enteras en las rocas junto al mar, o largos poemas de guerra de la Iliada o de noticias de los diarios, lo que en verdad sucedía?... 

Todas esas vidas -¡tantas vidas!- en otra vida, en la... ¿mía?."

                                                                  &&&

Así, en esa mañana de verano, mientras se sucedían estos pensamientos por mi, apareció este grabado de libros en el taller Llunàtic Creusa:

 "La vida en...¡libros!"

                                                                                   *****


 That summer morning I walked through the workshop among some notes, some drawings and even a recent painting of ... books! when I had found this note among some of my writings of so many years ago:


"If it is not possible to live, then it will be necessary to read!" Or "to write."
"Reading, writing, living ..."

I thought there, at the workshop, that perhaps now I did not distinguish so clearly between them. As if I mixed up the dividing lines of experiences, readings, writings ...:

                                                       &&&

"Books as memories of other lives, other worlds, mine ... mine or from others, mine or from Pessoa or Hölderling?”
Memories and remembrances of myself, in that stay of a few years in the mountains of the north, or were them only chapters of the Hyperion or from that novel of Atxaga? Things and events of my life in the metropolis, or were them from the readings of Bernhard, Castaneda, Dosvtoyeski ...? Did I sing in my travels around the Pyrenees or was the music of Cohen or Young what it sounded? Did I go to Paul Vincent Clavel's yoga classes after school, or were them only readings by Krishnamurti, or Zen and haikus, during my summer naps? And years later, did not I go on Wednesday evenings to the political gatherings of the Athenaeum in Madrid, or were the lucid words of Agustín García Calvo what I heard between his books or through the radio waves? Did I recite the poems of Machado or Juan de la Cruz, or were them only my solitary walks through the lands and mountains of Segovia, or on that route of Santiago de Compostela? Had my far off stays in lost monasteries happened, or were them the readings of Master Eckhart or Miguel de Molinos, what I remembered? Were they entire afternoons on the rocks by the sea, or long war poems of the Iliad or news of the papers what really happened? ...


All those lives - so many lives! - In another life, in ... mine? "

                        &&&

So, on that summer morning, while these thoughts were happening in my mind, I finished this print of books at the Llunàtic Creusa workshop:

  "Life in ... books!"



Traducción: Nacho Gil.

sábado, 17 de diciembre de 2016

¡Sóller, era una fiesta!...en verano.


  Sí, en verano Sóller era una fiesta.
 El valle entero. Y el puerto, y las montañas; los olivares, las calas y las rocas en el mar. - ¡Toda la isla!-  Los miradores, la plaza, las terrazas de los bares, el tren y el tranvía, las calles, los caminos.
 El Barranco de Biniaraix, su pequeña plaza, su bar. Fornalutx, Deià, Llucalcari...¡todo era un río de colores, de gente, de largos días y suaves noches, de baños en el mar, y risas y músicas por los pueblos; de ciclistas, de caminantes, de turistas, de trabajadores y familiares...!
 Todo era una fiesta.
                                          
Llegó noviembre y un manto gris de silencio, soledad y oscuridad inundó todo.
 ¡Por fin se acabó la fiesta!

                                                           &&&

Sóller was a party! ... in summer.

Yes, in summer Sóller was a party.
The entire valley. And the port, and the mountains; the olive groves, the coves and rocks in the sea. –
The whole island! - The viewpoints, the square, the terraces of the bars, the train and the tram, the streets, the roads.
The Ravine of Biniaraix, its small square, its bar. Fornalutx, Deià, Llucalcari ... everything was a river of colors, people, long days and soft nights, baths in the sea, and laughter and music at the villages; Cyclist, walkers, tourists, workers and families.                               
Everything was a party.
                                       
November came and a gray blanket of silence, loneliness and darkness flooded everything.
  Finally the party is over!